Bicicleta conectada: la innovación tecnológica al servicio de la industria de la bicicleta

Más accesible que un coche eléctrico, más rápida en las zonas urbanas, beneficiándose de subvenciones masivas y respondiendo a cuestiones medioambientales cada vez más importantes, la bicicleta con asistencia eléctrica se ha impuesto como un medio de transporte esencial. Gracias a la conectividad, las bicicletas eléctricas se reinventan y se vuelven inteligentes para aumentar su potencial de conquista y desarrollar la práctica del ciclismo.

La bicicleta eléctrica: un mercado en auge

Todas las luces son verdes para el mercado de las bicicletas eléctricas, con un aumento del 50% de las ventas en Europa entre 2019 y 2020. Todos los segmentos del mercado de las bicicletas eléctricas se están desarrollando para ofrecer una gama completa de productos adaptados a todo tipo de usos: las bicicletas eléctricas de ciudad son mayoritarias, pero las bicicletas de montaña y las de carga con asistencia eléctrica también están creciendo con fuerza (+66% de las ventas en Europa en 2021 para las ACEV y una tasa de crecimiento anual prevista del 11,4% entre 2021 y 2031).

Con las subvenciones a la compra y el despliegue de servicios como el autoservicio o el alquiler a largo plazo, la moda de las bicicletas con asistencia eléctrica ha supuesto importantes avances en términos de innovación tecnológica, creación de infraestructuras y seguridad. Al permitir cubrir el 99% de los desplazamientos urbanos y reducir el tráfico y la congestión en las ciudades, el BEA se ha convertido en una de las principales respuestas a problemas medioambientales cada vez más importantes. Sin embargo, todavía hay obstáculos para la adopción masiva de las bicicletas eléctricas.

De hecho, los robos, la seguridad de los ciclistas y el desgaste de los componentes son obstáculos para el desarrollo del ciclismo. Gracias a la conectividad, las marcas, los fabricantes y los automovilistas podrán ofrecer a sus clientes soluciones «llave en mano» y una oferta evolutiva que responda a sus necesidades, además de eliminar los obstáculos a la compra.

La smartbike: una extensión de un estilo de vida conectado

Hoy, la pregunta ya no es «¿qué está conectado?», sino «¿qué no está conectado todavía? El Internet de las Cosas no es una moda con artilugios para los más ricos, sino que se ha convertido en un verdadero modo de vida. Todo está conectado; el hogar, los equipos de alta tecnología, hasta los accesorios más pequeños («wearables»), cada segundo nacen nuevos servicios gracias a los productos conectados.

Esta evolución hacia lo interactivo, lo inmediato, el servicio 100%, no escapa a la movilidad ya que el transporte es uno de los 5 sectores más conectados, al igual que la Smart City y la seguridad de los bienes y las personas (los otros sectores son la Salud y la Smart Grid.) 3 sectores que están ligados al uso de la bicicleta y a su usuario: el IoT acompaña pues de forma natural la dinámica de la industria de la bicicleta. Dentro de la ciudad inteligente, la smartbike adquiere todo su significado. El aumento de los equipos y del acceso a Internet dentro de la ciudad, con la llegada y la difusión del 5G, está desplegando la alfombra roja para la movilidad naturalmente conectada.

La Smartbike: eliminar las barreras a la bicicleta mediante la conectividad

Lucha contra el robo de bicicletas

El miedo al robo es una de las principales barreras para la compra de una bicicleta eléctrica. Gracias a la conectividad, los distintos actores de la industria de la bicicleta podrán eliminar los obstáculos que aún existen para la adopción masiva de la misma. De hecho, las bicicletas conectadas se benefician de la protección contra el robo al incorporar alarmas sonoras, detección de movimiento y sistemas de geolocalización en tiempo real y son capaces de proporcionar datos clave sobre su uso para mejorar la seguridad de los ciclistas.

Seguridad de los ciclistas

La bicicleta conectada responde a la demanda de seguridad de los ciclistas. No hay suficientes vías o instalaciones seguras para las bicicletas y la nueva movilidad en general (EPDM).
Aunque algunas ciudades y territorios han emprendido este cambio para deconstruir el reflejo del coche, estas instalaciones son muy heterogéneas. Con fuertes políticas a favor de las instalaciones dedicadas al ciclismo, países como Holanda, Alemania y Dinamarca han tomado la delantera al resto de los países europeos. La conectividad es una verdadera herramienta de mejora de las infraestructuras, que permite seguir a las bicicletas en sus recorridos y sacar conclusiones para poder implantar nuevas instalaciones o nuevas infraestructuras que garanticen la seguridad de los ciclistas y optimicen los flujos de tráfico. Otras funciones relacionadas con la conectividad, como la detección de caídas, protegen al usuario con una asistencia rápida y eficaz en caso de accidente.

Mejorar la vida de una bicicleta eléctrica

La conectividad también proporciona información sobre la salud de la bicicleta inteligente o informa al ciclista de las operaciones de mantenimiento críticas que debe realizar antes de que se produzca una avería. Con el soporte para el mantenimiento y las revisiones, la bicicleta podrá prolongar su vida útil gracias a la conectividad (alertas y notificaciones de mantenimiento predictivo, preventivo y correctivo).

Un nuevo estándar y jugadores consolidados

Ya equipadas con conectividad por Velco, las bicicletas con asistencia eléctrica de la flota desplegada por la región de Île de France con el plan de alquiler Véligo permiten identificar y analizar los horarios y las zonas de circulación, así como las áreas propensas a los accidentes, con el objetivo de crear o replantear las instalaciones existentes. El análisis del comportamiento y el uso también nos permite comprender mejor las necesidades de los ciclistas y desplegar las herramientas y los mensajes adecuados para convertir a la gente en ciclista a gran escala.

Además de las perspectivas económicas, los agentes de la movilidad consideran que la conectividad es una forma de hacer más atractiva la bicicleta. Y esta apuesta parece haber sido ganada. De hecho, además de la presencia de Pure Players, los grandes nombres del mercado de la bicicleta como Bosch, Shimano o Ananda perciben la bicicleta conectada como el nuevo estándar. Los grandes grupos automovilísticos, que antes se resistían a la idea de aumentar la

Además, la evolución exponencial de las flotas de bicicletas en las zonas urbanas y periurbanas se está multiplicando. Tanto los operadores públicos (Veligo, Bicloo, etc.) como los privados (Starbolt, Donkey Republic) incluyen ahora la conectividad en sus ofertas.

Crecimiento exponencial de las flotas de bicicletas

La conectividad, que aporta soluciones concretas en términos de seguridad, comodidad de uso y permite la recogida de datos con el objetivo de democratizar el uso de las dos ruedas, ha beneficiado a muchas empresas de nueva creación y a las autoridades locales. Preocupados por ofrecer servicios de calidad a los ciclistas, optimizar el mantenimiento de sus bicicletas, localizar rápidamente sus vehículos y mejorar las infraestructuras para el uso de la bicicleta en las ciudades, los gestores de flotas ven en la conectividad una solución evidente. Para ser competitivos y ofrecer servicios cada vez más fiables a los usuarios, la recopilación de datos es ahora esencial. La idea de compartir la bicicleta en las ciudades es cada vez más popular y no deja de ganar adeptos. Empresas jóvenes como Starbolt o Donkey Republic proponen trasladar este modelo a las empresas.

Hacia una conciencia corporativa

Hoy en día, muchas empresas tienen que ser ejemplares ante los retos ecológicos y sociales, por lo que recurren a la movilidad blanda para ofrecer a sus empleados una alternativa al coche. Starbolt y Donkey Republic ofrecen servicios de gestión de flotas de bicicletas eléctricas para profesionales. Dado que el 25% de los desplazamientos de casa al trabajo se realizan en bicicleta, las soluciones de flota compartida entre empleados tienen un futuro claro. Conectadas, las bicicletas que ofrecen estas startups en auge prometen a los empleados saber en tiempo real si las bicicletas están disponibles, programar franjas horarias en las que tomarlas prestadas, o incluso convertirlas en su principal medio de desplazamiento, y además permiten a las empresas contribuir al desarrollo sostenible.

La smartbike ya no es el futuro del ciclismo, sino que se ha convertido en el nuevo estándar y, poco a poco, se está abriendo camino en los senderos.